viernes, 4 de abril de 2014

CASO DE ESTUDIO LA CALIDAD QUE LOS CLIENTES NO QUERIAN


LA CALIDAD QUE

LOS CLIENTES NO QUERIAN

Caso mejorado y  adaptado por John Crissien 2014 


Un sistema de alta tecnología para la recepción de servicios facilitaría la vida de los empleados de  INTERSALUD EPS, pero…

 

¿Qué piensan los clientes?

 

El consultor-asesor Rodrigo Almeida era bastante persuasivo y siempre irradiaba la misma energía en cada presentación que hacía en las empresas que asesoraba. “su mayor competidor, SALUDVIDA, ya implantó la recepción computarizada en 14 de sus  22 servicios”, dijo señalando el telón del acetato en color que iluminaba el salón de conferencias. La imagen era un mapa regional con luces rojas que indicaban cada filial de SALUDVIDA y con círculos amarillos los que contaban con el nuevo sistema. “Cuando llegan los afiliados, van directo a un computador y deslizan su tarjeta plástica y luego el computador les pregunta sobre su condición médica, la razón de su visita, etc. Todo electrónicamente: el computador busca la historia, procesa la nueva información y luego indica al paciente a quien debe dirigirse”.

 

La siguiente imagen señalaba los servicios de INTERSALUD EPS con un oscuro tono café. “Todos los servicios de SALUDVIDA tendrán el nuevo sistema en junio y  CENTRIMEDICA planea instalarlo en JULIO DE 2013. Creo que deberían considerarlo, en realidad es la onda del futuro”.

 



Su personal podrá dedicar más energía para que cada paciente reciba atención rápida y personal
 

Continuó con una imagen de los que a su juicio, sería el área de recepción de INTERSALUD EPS nueva y mejorada. No más salas de espera congestionadas, pacientes hablando con las enfermeras en la privacidad de un cubículo, otros pagando cuentas mientras un computador revisa su presión sanguínea. “Esta imagen habla por sí misma, dijo Rodrigo, de todas formas diré que sería un gran paso en la calidad del servicio. Su personal podrá dedicar más energía para que cada paciente reciba atención rápida y personal”. Rodrigo apagó el retroproyector y encendió las luces del salón.

 

 

Alfonso Castillo recibió el informe escrito que Rodrigo le entregó. Había sido presidente de Intersalud EPS durante nueve años, pero ¿a cuántas reuniones había asistido según eso? Miró a Mónica Rueda, ejecutiva de la compañía, quien parecía atónita. “Gracias por la información -dijo él-, nos ha dado una visión general de la tendencia de la industria, pero podría ser más específico acerca de la instalación del sistema, cómo maneja SALUDVIDA la transmisión, cómo mide los adelantos, cuánto ha invertido en capacitación, en consultores y técnicos. SALUDVIDA es similar a nosotros y podemos hacer comparaciones pero debo decir que estoy algo preocupado. Aparentemente usted quiere decir que nuestra imagen como proveedor de servicios salud de calidad sufrirá si no hacemos el cambio, nosotros hablamos de un cambio en varias rutinas.

 

Tenemos alrededor de 3.000 empleados y 200.000 afiliados, es necesario pensar en el cambio de procedimientos y en la cantidad de gente que despediríamos debido a la automatización. “Puede reducir varios cargos en cada división –dijo Rodrigo- pero SALUDVIDA no lo está haciendo esto es estrictamente mejoramiento de la calidad que se paga con el incremento a largo plazo de retención de clientes. La transición no es difícil ya están probando el sistema: programas de diagnóstico de inteligencia artificial. Están incorporando modernas básculas y máquinas de presión sanguínea que reducen el trabajo de las enfermeras y simplifican el servicio de operaciones. También quieren lograr que el computador reúna información autorizada para las compañías aseguradoras. En unos meses más médicos y enfermeras probarán un modelo para sus notas sobre los pacientes que modernizará los tratamientos complementarios”.

 

Si no están reduciendo costos y ya invierten en un nuevo sistema, ¿cuál es la ventaja real? ¿También hay que considerar el control de costos?.

 

Se trata de una inversión aproximada de $350 millones –respondió Rodrigo- que incluye desarrollo, instalación, entrenamiento, consultoría y demás.

La red también deberá operar en todas nuestras sedes y si queremos hacerlo bien, deberíamos emprender varios proyectos auxiliares, como el rediseño de nuestras áreas de recepción y estaciones de trabajo”.

 

Cuadro de texto: Odio ver que la industria se mueve tecnológicamente mientras nosotros nos quedamos con los brazos cruzados.No estoy seguro que valga la pena. Nuestros índices de retención de clientes son buenos han permanecido estables en los dos últimos años. Los clientes dicen que están satisfechos con el servicio, en una escala de 1 a 5…..  El 86% de nuestros clientes nos califican con 4 o 5, es decir, están satisfechos o muy satisfechos.

 

“Sinceramente no creo que el nuevo sistema mejore la calidad de servicio. Usted habla de un gran cambio en la manera de trabajar de nuestros empleados.

 

“Si su personal está menos estresado y su atención es más personalizada, la calidad mejora”, dijo Rodrigo con paciencia. Lo más importante, aunque suene extraño, es que la imagen de su calidad también mejorará. Recuerde que las dos mejores instituciones del sector están implantando el sistema. INTERSALUD EPS es el jugador número tres y no puede darse el lujo de quedarse atrás.

 

Mónica no pudo contenerse. “Odio ver que la industria se mueve tecnológicamente mientras nosotros nos quedamos con los brazos cruzados”, dijo. “Se trata sólo de la recepción, pero la gente puede pensar que si no estamos tecnificados en nuestro proceso de registro, tampoco estamos al día en procedimientos médicos. El área de recepción no es problema, pero como parte del servicio integral, es crítico. Es lo primero que nuestros clientes ven, les dice lo que somos y cómo trabajamos, es el primer momento de la verdad”.

 

“Tendremos que implantar el sistema en algún momento, tan pronto como el gobierno o las compañías de seguros decidan que es la manera como debe funcionar. Cuando eso suceda no queremos jugar a ponernos al día”.

 

Alfonso miro su reloj, tenía una expresión impasible en su rostro. “Esto necesita más discusión pero tenemos que irnos”, dijo, se levantó y terminó la reunión. “Gracias Rodrigo, dijo revisaremos los informes y nos veremos la siguiente semana”.

 

Es su oficina Alfonso tomó dos aspirinas y algo de café. Debía almorzar pero prefería pensar en el asunto sin distracciones. Tenía toda la tarde copada, quería ver algo del juego de fútbol  de su hijo a las 5:30 p.m. y a las 8:00 p.m. debía participar en un panel sobre salud. Pensaba en la posición de INTERSALUD EPS en el mercado y en sus logros hasta el momento.

 

 

 




Alfonso creía que la comunicación y el feedback mantenían la competitividad y efectividad de la compañía.
 


 


Aunque INTERSALUD EPS nunca había sido la empresa más grande o más rentable, su desempeño era bueno. El año anterior las ganancias habían sido de $4.500 millones y la utilidad neta EBITDEA de 8.1%. El porcentaje de retención de clientes era bueno estaban satisfechos y Alfonso creía que él había contribuido para lograr la lealtad del cliente en la marca.

 

 

 Alfonso empezó su carrera en una empresa de equipos eléctricos, en donde hablar con los clientes era su pasión. Esa pasión que aplicó en INTERSALUD EPS contribuyó a establecer encuestas sobre el Índice de Satisfacción del Cliente en las cuales se preguntaba a los clientes si eran bien atendidos, si debían esperar demasiado tiempo, si estaban satisfechos con el lugar y los servicios o si querían más información sobre los programas.

 

Una de estas encuestas reveló la necesidad de establecer canales de comunicación con mujeres embarazadas, las cuales recibían correspondencia con consejos y apoyo. También se instaló una línea por medio de la cual las embarazadas tenían acceso fácil a información útil. 

La compañía también obtenía información a través de buzones de sugerencias ubicados en las salas de espera de todas las divisiones, con lápiz y papel se estimulaba a los clientes a hacer comentarios anónimos sobre el servicio. INTERSALUD EPS hacía encuestas a miembros corporativos, hospitales y centros de salud afiliados e, incluso, a sus mismos empleados. 

 

Sus colegas se quejaban con frecuencia por lo difícil que es incrementar la satisfacción de los clientes. Alfonso sabía que era difícil pero creía que  la comunicación y el feedback (retroalimentación)  mantenían la competitividad y efectividad de la compañía.

 

Por esta razón estaba algo más que preocupado con la presentación. Aunque el personal de mercadeo no había encontrado inconformidad con el sistema actual de recepción, se sentía atraído por las posibilidades del nuevo sistema. En ese momento llamó a Luzmila Ordoñez, vicepresidente de mercadeo y miembro del equipo que desarrollaba planes de expansión y posibles alianzas quien había llegado a Pereira esa mañana, demasiado tarde para la presentación de Rodrigo.

 

“¿Tienes un momento para hablar de la reunión?”, preguntó. Poco después ella (Luzmila) estaba en su oficina. Alfonso confesó que no estaba muy convencido con el nuevo sistema y que en la reunión se había sentido como abogado del diablo. “No me gustaría perder nuestra posición en el mercado”.

 

“Tenemos buena posición”, dijo Luzmila. “¿Por qué están tan preocupados por instalar una recepción computarizada? Hace 18 meses Technomedic Software nos ofreció un sistema similar y rechazamos la idea. Adelantamos una encuesta a nuestros afiliados y ellos mostraron su desacuerdo”.

 

“¿Entonces por qué CENTRIMEDICA lo adoptará? No lo tomes a mal pero ellos deben haber hecho mejor las cosas, tiene una organización más sofisticada. Nuestro estudio puede ser inexacto o los resultados estar desactualizados”.

“Lo dudo, respondió Luzmila, piensa porqué a los clientes no les gustaría. Contacto humano vs. Máquinas, la salud es algo personal y eso es lo que satisface al cliente . Durante un examen médico, así sea de rutina, la gente se pone nerviosa y aprecia todo contacto humano que se le ofrezca. Según la encuesta, la idea de que el primer contacto sea con una máquina es desconcertante para muchos, especialmente los ancianos. Invertimos mucho tiempo y dinero en este estudio, ¿Por qué ignorarlo ahora?”.

 

“Los ancianos se han acostumbrado a ciertos sistemas”, dijo Alfonso.

“No estoy segura”, respondió Luzmila. “Aunque así significaría que debemos estimular a nuestros afiliados a utilizar el computador pero que necearíamos recepcionistas humanas para la gente mayor. A mi juicio no habría reducción de costos ni mejor calidad”.

 

“Que sucederá cuando el gobierno y las compañías de seguros empiecen a solicitar reportes estandarizados? Mónica lo planteó en la reunión y es una preocupación válida”.

 

“Hay más de una forma de presentar un reporte estándar”. Luzmila empezó a verse frustrada. “Apuesto que en muchas ocasiones los pacientes registran incorrectamente la información. Alguien debe revisar los archivos según una base diaria”.

Luzmila regresó al tema inicial. “Si SALUDVIDA no ha reducido personal, ¿Podremos nosotros hacerlo?.

                                                                                                                                                                                                                              

 




Los clientes creen que el sistema es otro signo de la tendencia impersonal corporativa.
 

“No puedes hacer caso omiso de los empleados. El porcentaje de rotación de empleados ha aumentado en los últimos dos años. Esa es una razón para considerar el nuevo sistema”, dijo Alfonso. “Es importante mantener felices a los empleados, queremos tener gente calificada”.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     “A los clientes no les gusta la idea”, dijo Luzmila, “creen que es otro signo de la tendencia impersonal corporativa, que en este caso se aplica en uno de los servicios más personales que existen. Usted dice que debemos mantener nuestro liderazgo, y no creo que ayude un computador en el escritorio. Mi departamento siempre reporta satisfacción en los clientes y ellos creen que hacemos un buen trabajo. Para ser franca, creo que se han dejado conquistar por la presentación del consultor, piensa que hemos invertido mucho en él y que no será rentable si no seguimos sus recomendaciones. Al parecer soy la única que piensa en el bienestar de la compañía”.

 

“Luzmi…dijo Alfonso, ¿qué pasará en un año cuando todos tengan el sistema menos nosotros? ¿No crees que estamos escogiendo instalar un sistema porque aumenta nuestra calidad como proveedores y no porque queramos satisfacer a los clientes”?.

 

Luzmila alcanzó a Mónica en la fila de la cafetería cuando pagaba su almuerzo. “No quisiera arruinar tu digestión, pero tengo un problema del que me gustaría hablar contigo”. Mónica sonrió: Luzmila sabía que las dos nunca se habían llevado bien, aunque en sus departamentos usualmente había acuerdos sobre nuevas iniciativas y planes para la compañía.

 

“Iré al grano. Sé que estás de acuerdo con el nuevo sistema, pero quisiera conocer más a fondo tus razones. Tu sabes que los clientes no están de acuerdo”.

 

“No, en realidad no lo sabía”, respondió algo incomoda. Sé que Alfonso tiene un interés personal en la forma como la compañía se comunica con los clientes, pero tengo serias dudas sobre las encuestas de satisfacción que realizamos. ¿Tu las revisas personalmente o ese es trabajo de  Andrés?”.

 

“Es su trabajo, pero hacemos la misma clase de encuestas que otras compañías. Aunque francamente estoy de acuerdo contigo en algunos puntos, no me intereso mucho por la información que obtenemos del buzón de sugerencias. Esos comentarios reflejan la opinión de una sola persona, no son muy significativos, en cambio preguntamos directamente a un número representativo de clientes sobre el nuevo sistema y confesaron que no les gustaría”.

 

“Creo que no se debe confiar en ninguna información. La gente necesita saber lo que quiere, así reconoce la calidad. Por eso creo que necesitamos el sistema”.

 

“Pienso en el bottom line (meollo del asunto), dijo Luzmila, que habría preferido hablar después con Mónica. De hecho, le habría gustado enviar un memo a través del correo electrónico. ¿Por qué preocuparse si ya sabemos cómo recibirán los clientes el cambio?”.

 

Mónica no había tocado el almuerzo. Tomó un sobre de aderezo para la ensalada y lo abrió. “Dices que piensas en el meollo del asunto, pero ¿cuál, el de hoy o el de mañana?”. 

 

 

Los casos  presentan dilemas gerenciales comunes y ofrecen soluciones concretas de expertos. Los  escritos son hipotéticos y los nombres utilizados ficticios, pero cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia……………

 

 

 

 

 


¿Debería INTERSALUD EPS instalar el nuevo  sistema?

 

REUNIRSE EN GRUPO, DAR LECTURA AL CASO, SEGUIR LA METODOLOGIA PLANTEADA POR EL PROFESOR, DEFINIR SU RESPUESTA CLARA Y ARGUMENTADA.  DEFINAN SU POSICION,

 

 

1 comentario:

  1. Cuales son las necesidades de un cliente en salud, respuesta rápida eficaz, tecnología en la atención. \ ser escuchado, entendido valorado como un ser holistico, único quien busca respuesta humana en una posición probablemente vulnerable?.................

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